Versatilidad. Productividad y creatividad. Todas las uniones cuentan.
La búsqueda de nuevos conocimientos, la mejora continua y las soluciones de sistemas han sido, desde el comienzo de la historia de Lamello, el centro de atención de la empresa.
Solo gracias a los conocimientos prácticos cosechados durante años y un trabajo de desarrollo intenso junto con nuestros clientes, hemos podido crear nuevas soluciones de forma consistente y, así, dejar una huella decisiva hasta día de hoy en el mercado de las técnicas de unión de la madera. Nuestros conocimientos técnicos son el fruto de más de 60 años de trayectoria. A lo que se suma nuestra inagotable curiosidad y un estrecho vínculo con nuestros clientes.
Nuestros productos son el resultado de innovaciones continuas y permiten a nuestros clientes trabajar de forma más creativa, flexible, productiva y eficiente.
Como líder en innovación, nos esforzamos constantemente por superar los límites tecnológicos, por ejemplo, mediante estrechas colaboraciones e intercambios intensivos con universidades especializadas dentro del marco de los proyectos Innosuisse. El resultado son más de 300 patentes y derechos de propiedad intelectual.
No solo nuestros clientes consideran que los productos Lamello son excelentes. También jurados de diferentes categorías han premiado en varias ocasiones nuestras sofisticadas soluciones de sistemas. Entre otros, hemos recibido varios premios Interzum y numerosos premios nacionales a la innovación. Un reconocimiento satisfactorio y, al mismo tiempo, un estímulo para seguir avanzando en el futuro.
La galleta original de Lamello ha llegado hasta el reconocido Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.
En 2005 este revolucionario invento fue valorado en la exposición especial «The Most Humble Innovations of the 20th Century», junto con otras innovaciones importantes. Este reconocimiento subraya la innovadora idea de Hermann Steiner que, hasta día de hoy, sigue facilitando el trabajo a carpinteros de todo el mundo.
Hermann Steiner, fundador de Lamello, inventó la galleta original en 1955 y aportó con ella una idea revolucionaria.
«Fue un día de diciembre de 1955, frío y lluvioso, poco antes de Navidad. Teníamos que entregar en Navidad un trabajo importante de carpintería que habíamos hecho a medida en nuestra carpintería según los deseos especiales de nuestros clientes», afirmaba Hermann Steiner. «Debido a las malas condiciones meteorológicas, la tormenta de nieve y la lluvia intensa, el transporte nos planteó un gran reto», contaba un antiguo empleado. «Tuvimos que hacer un gran esfuerzo y tener mucho cuidado para que ninguno de estos regalos Navidad se estropeara por la intensa humedad», describió Hermann. «Al llegar a casa, empezaron a dolerme mucho los oídos; al parecer me había resfriado de nuevo».
Hermann recuerda: «Mi mujer me dio un analgésico y me dormí relajado pensando que el estrés había terminado. Cuando me desperté a medianoche, todo era como un sueño. Mi cabeza no se centraba en el dolor, sino en el gran reto en el que llevaba pensando desde hacía mucho tiempo». En aquel momento, muchos carpinteros trabajaban con tableros de aglomerado y tenían grandes dificultades para unir las piezas individuales. «En ese estado febril debido al resfriado, de repente vi un camino viable que me hizo desechar todo lo demás. Veía la solución claramente frente mí, una pequeña fresa que realiza ranuras a intervalos predefinidos en las piezas a unir. De este modo, el tablero no se debilitaría, algo que sí sucedería con una ranura continua.
Con este método siempre se colocan dos ranuras una frente a la otra y se rellenan con las plaquitas correspondientes a modo de elemento de ensamblaje», explica Hermann. «A mi esposa no le entusiasmó la idea y me dijo que la fiebre me hacía pensar cosas raras. Sin embargo, yo estaba totalmente convencido de mi idea». La innovadora idea de Hermann Steiner ha recorrido un camino sin precedentes hasta llegar a muchos carpinteros de todo el mundo. El nombre Lamello se ha convertido en sinónimo de esta solución de ensamblaje de alta calidad y ha despertado un gran entusiasmo en infinidad de carpinteros.
Ofrecemos lo último en tecnología y siempre encontramos soluciones únicas y sorprendentes.
Todo comenzó con la madera y, con nuevos materiales como el plástico, nos dirigimos hacia el futuro. La fábrica de ideas de Bubendorf no se detiene nunca. Con los productos de plástico, Lamello AG ha anunciado una nueva era y sigue desmarcándose con innovaciones que clientes de todo el mundo utilizan de forma rentable en el proceso de trabajo diario. Con el nuevo método de anclaje de la ranura con perfil, nuestros clientes tienen una ventaja decisiva en el montaje de elementos de ensamblaje. Es rápido y no requiere adhesivo ni tornillos.
Gracias al gran reconocimiento y popularidad de la galleta original, se pudieron introducir con éxito en el mercado nuevas líneas de productos con una gran utilidad para el cliente. Por un lado, desde el desarrollo de placas de madera sencillas hasta los innovadores sistemas de ensamblaje de plástico actuales, se ha podido ampliar la gama con innovaciones únicas. Y, por otro lado, con las nuevas funciones también se pudo abrir a un nuevo grupo de clientes, además del uso en la fabricación digital. Y lo mejor de todo es que el plástico, en combinación con el metal, ofrece una inmensa variedad de posibilidades que están lejos de agotarse. Así pues, en el futuro podrá seguir disfrutando de otros inventos geniales de Lamello.